Por: Paulina Aguilar
Mantener conversaciones difíciles siempre ha sido un problema en todas las familias, es por ello que les presentamos una guía rápida para hacer cómodo lo incomodo.
En esta ocasión, entrevistamos a la experta Adriana Alejandre, fundadora de Latinx Therapy quien se asoció con Breyers, para ayudar a las familias latinas, a facilitar conversaciones difíciles, sin herir los sentimientos de nadie. Este inspirador proyecto, lleva el nombre de Conversaciones Vainilla, una guía diseñada para establecer conversaciones que desmitifiquen el estigma, que se repite dentro de los hogares multigeneracionales. Y es que, no es raro que algunas reuniones familiares, terminen en pleito, después de que alguna tía pregunte: “¿Por qué aún no te has casado?” o “¿Para cuándo los hijos?”. Si te has sentido ofendida, por alguna de estas preguntas y no sabes cómo reaccionar -sin estropear la reunión familiar- tienes que seguir leyendo.
¿Qué te motivó a colaborar con Breyers para el proyecto de Conversaciones Vainilla?
Adriana: Es un honor colaborar con una marca que prioriza la salud mental. Breyers es una marca con la que crecí y que me trae muchos recuerdos hermosos. Al conocer la misión detrás de Conversaciones Vainilla supe que quería formar parte de esta iniciativa, ya que me identifico como latina, hija de inmigrantes y madre, además de haber vivido en un hogar multigeneracional durante 32 años. Conversaciones Vainilla brinda apoyo, educación y sensibilización con habilidades prácticas y compasivas para todas las generaciones. Esta colaboración fue una oportunidad para continuar desestigmatizando la salud mental, en una audiencia más grande.
¿Por qué es importante que nuestra comunidad tenga conversaciones difíciles, especialmente dentro de los hogares multigeneracionales?
Adriana: Hablar de temas tabú ayuda a normalizar esas conversaciones, aplacar la vergüenza y aumentar la prevención. A nuestra comunidad le genera incomodidad hablar de estos temas y tendemos a evitar las conversaciones sensibles porque abren heridas mal curadas del pasado. Esto provoca hostilidad porque no sabemos cómo comunicar el mensaje sin que parezca un sermón, o no vemos que una conversación sensible puede ser una forma de prevención. En los hogares multigeneracionales, esos temas sensibles, tienen efectos en las distintas generaciones. La manera en que una generación aborda una conversación, se convierte en un comportamiento adquirido para la generación siguiente. Para que nuestras familias rompan el círculo vicioso, debemos aprender a crear espacios para nosotros y nuestros seres queridos, atravesar la incomodidad y educarnos sobre temas sensibles para que las futuras generaciones tengan un mejor ejemplo y puedan vivir de manera más consciente.
¿Existen momentos en los que NO debamos tener conversaciones difíciles?
Adriana: Las conversaciones delicadas no deben ocurrir cuando se está discutiendo o cuando no comprendemos nuestros propios sentimientos encontrados sobre el tema. Cuando las personas tocan un tema sensible, creo que se vuelve más difícil retomar la charla sobre ese tema en el futuro. Cuando una persona no está segura de cómo se siente o cómo abordar un tema sensible, recomiendo pedir ayuda, ya sea a un educador o terapeuta, leer publicaciones en Facebook o Reddit, o pedir un consejo a un amigo. Otra recomendación: Practica lo que planeas decir en voz alta y frente a un espejo y, según cómo te sientas en el momento de la conversación, puedes decidir si estás listo para decirlo o si necesitas más tiempo. Durante una conversación delicada o sensible, es buena idea comunicar cuando nos parece necesario hacer una pausa, sobre todo si la conversación empieza a tomar un rumbo poco productivo.
Consejos para abordar preguntas en las siguientes categorías:
Relaciones sentimentales: Los parientes sienten mucha curiosidad sobre nuestra situación sentimental, y esa mentalidad cultural nos ha llevado a creer que las relaciones deben alcanzar ciertas metas. Cuando nos preguntan si tenemos pareja, o cuándo nos casaremos, o si nos dicen que debemos aprender a cocinar para que nuestras parejas no nos dejen, recibimos una proyección de sus creencias sobre las relaciones. Puedes responder a esta pregunta de manera directa, o con humor, o con otra pregunta para entender sus intenciones. Una técnica muy buena es responder hablando sobre ti, por ejemplo: “Me siento _____ (completa con un sentimiento) cuando me preguntan ______ (completa con la pregunta que te han hecho). Lo que necesito es ________ (completa con un límite / tipo de apoyo que necesitas)”.
Sobre tu cuerpo: Hay diferentes formas de abordar comentarios sobre nuestro cuerpo, y no es fácil porque sacan a la luz los temas históricos que uno tiene con la identidad, la imagen, el trauma y otros aspectos. Piensa en una respuesta que te dé más seguridad. Recuerda que no debes dar explicaciones ni gastar tu energía por nadie. Y, por más difícil que parezca, eso incluye a tus parientes. Permítete evadir la pregunta y cambiar de tema si no estás listo para establecer un límite. Otra respuesta posible, es explicar a la persona por qué te lastima a ti o a otros el comentario que te hizo sobre tu cuerpo.
La maternidad: Este tema surge de la creencia intergeneracional de que las personas en pareja o casadas tienen el objetivo de tener hijos, y de que no hay problemas de fertilidad. Es importante considerar de dónde provienen esas creencias porque ayuda a generar distancia entre tú y esa afirmación.
Para responder, recomiendo comunicar con sinceridad tu percepción y tus decisiones, siempre y cuando no lo hagas de forma pasiva-agresiva. En mi caso, yo cuento lo difícil que ha sido la maternidad para mí. Me preguntan cuándo me casé y luego me dicen: “Ah, pero recién estás empezando”. En esa situación, entiendo que eso es lo que ellos eligieron para su vida y no me lo tomo a pecho, sino que les explico con delicadeza cómo elijo vivir mi vida. Generalmente, termino cambiando de tema después de decir: “Tengo una capacidad limitada para criar niños y disfruto mucho de trabajar. Estoy muy feliz con la situación actual de mi familia”. Sé que algunas personas no quieren compartir mucho. Entonces, puede estar bueno establecer un límite al decir: “Prefiero no tener esta conversación”.
Tu profesión: Al abordar este tema, te invito a tomar distancia, respirar profundo y pensar en un límite que te gustaría establecer. Recomiendo el método sandwich para hacerlo. Este método consiste en la capacidad de comunicar con firmeza, y comienza con una declaración positiva sobre la persona (o la intención de su mensaje), luego establecer un límite y finalizar con un comentario positivo o neutral. Por ejemplo: “Te agradezco que te preocupes tanto por mí. Prefiero que respetes mi decisión de no cambiar de trabajo porque lo disfruto. Sé que te importo mucho”. La clave es hacer afirmaciones verdaderas y sinceras.
Tu salud mental: De una u otra forma, todos experimentamos algún efecto en nuestra salud mental, y lo abordamos de maneras diferentes. Algunas personas van al gimnasio, otras hacen creaciones artísticas, caminan descalzos, van a terapia y/o combinan distintos métodos. Inclinarse por alguna de esas opciones, no quiere decir que la terapia es exclusivamente para la gente loca. La terapia es un espacio para procesar las emociones y aprender nuevas habilidades. Podemos hacerlo a corto o largo plazo. Las enfermedades mentales no discriminan y pueden afectarnos a todos, en cualquier momento.
Acerca del autor: Paulina Aguilar
Licenciada en Ciencias de la Comunicación, catadora de pizza, cat whisper, experta en muggles y especialista en series y películas.
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